jueves, 28 de noviembre de 2013

El tartazo

Pasa que cuando una casta de intocables se adueña del poder toda injusticia tiene cabida, todo disparate asiento y el sentido común naufraga en el océano del absurdo. En España segar 24 vidas -caso de Inés del Río- cuesta 23 años de cárcel y un recibimiento digno de jefe de Estado a la salida de chirona. Podemos rabiar y poco más. Es lo que dice la letra de la ley. El caso de Inés del Río es simplemente uno más del rosario de excarcelaciones que atormenta a la gente de bien en las últimas semanas. Insisto, no hay nada ilegal en esto. Nuestras leyes son extremadamente garantistas para el delincuente y harto suaves para el homicida. No exageran los que aseguran doloridos que en nuestro país asesinar sale barato y que la Justicia es una puerta giratoria para los peores criminales.

martes, 26 de noviembre de 2013

Vapeos otoñales

Justo cuando en ciertas zonas de Madrid había más comercios cerrados que abiertos ha llegado como caído del cielo un nuevo tipo de negocio, el de los cigarrillos electrónicos, cuyas tiendas ocupan ya, metro cuadrado arriba metro cuadrado abajo, la mitad de la superficie comercial de la ciudad y de parte del extrarradio. Ni cuando empezó lo de los móviles hace ya casi veinte años asistimos a una metástasis tiendil similar. De unos seis meses a esta parte no hay calle digna de tal nombre en la capital que no tenga su tienda de pitillos vaporosos, algunas incluso tienen dos y las más largas gastan tres.

martes, 19 de noviembre de 2013

No es la huelga, es el piquete

Todos los trabajos son invisibles hasta que quien los realiza deja de hacerlo. En general, en una sociedad tan compleja como la nuestra, prácticamente todo es invisible. Las cosas funcionan sin más. No nos preguntamos por qué ni cómo se llevan a cabo, pero el hecho es que alguien se encarga de ello. No advertimos algo tan elemental porque nuestro cerebro sigue en la cueva ancestral, los conocimientos de la especie han avanzado mucho más deprisa que su estructura mental. En la horda todos sabían lo que hacía el de al lado porque había pocas faenas que hacer y todas estaban a la vista. La cantidad de información que compartían nuestros antepasados de la Edad de Piedra era muy pequeña, la división del trabajo y la especialización eran apenas perceptibles. Los unos cazaban y las otras recolectaban mientras cuidaban de la prole. Nos puede parecer romántico, pero aquel era un mundo salvaje y cruel en el que se vivía poco y mal.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Hablemos del IBI, hablemos del Cejas

Lea con atención. 19 de septiembre, jueves: “la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, anunció ayer una bajada progresiva de los impuestos y las tasas municipales entre 2014 y 2016. Botella ha especificado que el impuesto de circulación retrocederá un 10% y se rebajará el IBI un 5%”. 6 de noviembre, miércoles: “el IBI, el principal impuesto que pagan los madrileños, volverá a subir en 2014 una media del 6,4%. Así aparece en las nuevas ordenanzas fiscales que incluyen también una subida del impuesto de vehículos del 2% para el próximo año”. No me he inventado nada. Son dos textos sacados directamente de una agencia de noticias. Tampoco lo necesitaba. La trola es tan evidente, queda tan al descubierto la tomadura de pelo que cualquier acotación del comentarista simplemente estorba.

domingo, 3 de noviembre de 2013

50 sombras de Díez

José Carlos Díez, economista y fuencarraleño de sonrisa y complemento, entabló el otro día en Twitter un debate con David Taguas, antiguo jefe de la oficina económica de Moncloa. Nada de lo que alarmarse. Los economistas discuten. La sorpresa vino no tanto por la discusión como por el hecho de que tanto Díez como Taguas habían sido broteverdistas de estricta observancia durante los aciagos años del zapaterato. Y hablaban precisamente de eso, de las predicciones que ambos habían hecho en esa época. Díez, que se ha autobautizado como el “economista observador”, es conocidillo últimamente por un libro más bien flojo que, sin querer abusar de las comparaciones, es al pensamiento económico lo que “50 sombras de Grey” a la historia de la literatura contemporánea. De Taguas se sabe menos. Es más listo, menos vedette y poco amigo de hacer el ridículo en las redes sociales.