viernes, 25 de diciembre de 2015

El bloqueo está a la izquierda

Recapitulemos. Hechos. El pasado domingo se celebraron elecciones generales. Las ganó el Partido Popular con un 28% de los votos, lo que le valió 123 escaños. Muy lejos, sin duda, del paseo triunfal de 2011, pero victoria a fin de cuentas. A varios puntos de distancia y 33 escaños quedó el PSOE, que con este batacazo registra un nuevo suelo electoral que hace solo cinco años hubiese sido impensable. Pero la España de hoy no es la ni la de Aznar ni la de Zapatero. Entre medias han sucedido muchas cosas que han terminado provocando no un vuelco pero si una importante recomposición del mapa político. Cuando digo que no se ha producido un vuelco es que no se ha producido. El bipartidismo, es decir, el hecho de que dos partidos políticos controlen el legislativo no ha pasado a mejor vida. El PP y el PSOE disponen aún de más del 50% de los votos y de 213 escaños en la cámara baja, una mayoría maxiabsoluta que les permitiría, si así lo deseasen, forjar una alianza bipartita a la alemana y gobernar con total tranquilidad los próximos cuatro años.

viernes, 18 de diciembre de 2015

A quién no votar

Es mucho más importante restar que sumar. Ir por la llamada vía negativa. Lo es en todos los ámbitos de la vida, las elecciones no son una excepción. Votar en positivo es, así, en líneas generales, propio de gente que se deja llevar por unas convicciones políticas muy acendradas, por la corriente o por las modas que imperen en su grupo de edad, en su entorno geográfico o en su clase social. Nadie puede estar de acuerdo con la totalidad de un programa electoral, es algo simplemente imposible. Si queremos maximizar la operación de votar deberíamos decidirnos por eliminación, es decir, por sustracción, y no por adición como suele pensarse. Si votásemos por adición en España habría casi 47 millones de partidos políticos, uno por cada habitante, quizá alguno menos porque los niños no tienen opiniones políticas, pero no muchos menos ya que en nuestro país hay pocos niños.

viernes, 11 de diciembre de 2015

El AVE y otros pájaros de cuenta

Todo faraón que se precie necesita su pirámide. Las pirámides en el antiguo Egipto tenían una función que iba mucho más allá de la de simple sepulcro y antesala del más allá para el monarca. Transmitían la majestad y el poderío absoluto de la dinastía reinante. Por eso los amos del Nilo rivalizaron durante siglos por construirlas cada vez más grandes. Los faraones de hoy, los políticos, también rivalizan entre ellos para visibilizar su poder. Tienen, además, que justificar la ingente cantidad de dinero que arrebatan a la sociedad vía impuestos crecientes. Y no solo eso, las nuevas pirámides son un negocio excepcional para los que están en la pomada, para ellos mismos y para sus amigos. Mirándolo de este modo, que es casi el único desde el que se puede mirar racionalmente, se entiende la epidemia de obra pública que hemos padecido en los últimos veinticinco años.

viernes, 4 de diciembre de 2015

El eterno retorno del desempleo

2011, el último año de Gobierno de Zapatero, cerró con una tasa de desempleo del 22,5%. No era la más alta de la historia pero, en términos relativos, sí que nos encontrábamos ante la mayor concentración de parados desde que se lleva la cuenta. El paro era el primero de los deberes de Mariano Rajoy nada más aterrizar en La Moncloa. Para entonces la economía española venía destruyendo puestos de trabajo desde hacía varios años, desde el último trimestre de 2007 para ser exactos.

viernes, 27 de noviembre de 2015

El franquismo, otra vez


“Debería hacer un programa de radio para adultos, para hablar de las cosas de hoy porque no podemos pasarnos otros cuarenta años hablando de los cuarenta años”, así remataba el último programa de la temporada el protagonista de Solos en la madrugada, una película dirigida por Garci en la que un periodista transicionita pata negra interpretado por José Sacristán declamaba un manifiesto generacional de hora y pico. Corría el año 1977. Bien, tal y como temía José, el periodista, nos hemos pasado cuarenta años hablando de los cuarenta años. Y otros cuarenta que vendrán si no metemos de una vez por todas al franquismo donde debe de estar, en los libros de historia y que sean los historiadores y no el Wyoming desde su programa de La Sexta los que estudien esa época y saquen las conclusiones pertinentes. Se abrirá entonces el debate histórico, que siempre es bueno y, en este caso particular, bastante necesario porque tanto han sobeteado al cadáver que a día de hoy es prácticamente imposible de reconocer.

viernes, 20 de noviembre de 2015

No, las cruzadas no fueron guerras santas

El discurso de la equidistancia que se ha puesto de moda esta semana ha terminado derivando en el rescate de las cruzadas como agresión primera y justificación última de los crímenes actuales de la yihad islámica. Claro que las cruzadas son para el adolescente español medio, irremediablemente logsetomizado y con las letras justas para andar por la vida, tan desconocidas como la cara oculta de la Luna lo fue para los astrónomos hasta que los rusos enviaron una sonda allí a finales de los años cincuenta. Llega uno a un plató de televisión, suelta la palabra cruzada y al joven espectador se le amontonan las imágenes de Assassin's Creed, un videojuego ambientado en la Jerusalén medieval en la que el protagonista despliega una crueldad sin límite para ir cumpliendo las misiones y avanzar por la trama. Muchos ignoran que el protagonista de Assasin’s Creed se llama Altair Ibn-Lahad, miembro de los Hashshashin, una secta musulmana que operó entre los siglos XI y XIII y cuya misión era llevar a cabo asesinatos selectivos, básicamente de generales cristianos. La secta de los Hashshashin terminó desapareciendo de la faz de Tierra Santa al igual que sus enemigos los cristianos. Como nota curiosa, a esta extraño orden islámica de asesinos profesionales la aniquilaron otros musulmanes, con gran saña por cierto.

viernes, 13 de noviembre de 2015

La baraka del gallego

Ni los más viejos del lugar recordaban lo que está pasando estos días a lo largo y ancho de la Piel de Toro. Tenemos a gentes de izquierda que han vuelto a pronunciar en público la palabra España olvidándose a propósito de aquello de “Estado Español”, su sinónimo ideológicamente correcto que, como un homenaje a la estupidez supina, se había extendido tal que una mancha de aceite de la Transición a esta parte. Tenemos también a un montón de catalanes cagándose en el nacionalismo en voz alta, catalanes que llevan casi cuarenta años callados, con la cabeza gacha tratando de pasar desapercibidos. Tenemos, por último, a los compañeros de viaje habituales, las vanguardias y los países, compitiendo por ver quien se parece más a lo que decía el ABC hace veinte años respecto a los nacionalistas catalanes. Todo de golpe y sin que nadie lo previese. La historia la marca lo improbable, y lo improbable ha sucedido.

viernes, 6 de noviembre de 2015

¿A quién pertenece el centro?

Desde 1996 no se recuerdan unas elecciones generales tan reñidas como las del próximo 20 de diciembre. Y en aquellas toda la riña quedaba en saber si José María Aznar iba a ser capaz de ganar a Felipe González y, después de eso, de gobernar. Consiguió ambas cosas por los pelos. Ganó por la mínima y luego tuvo que hacer contorsiones encima de un alambre para que los nacionalistas de la difunta CiU y del PNV le diesen el plácet. Esta vez es diferente. Se presentan cuatro partidos, todos con alguna baza de hacerse con la Moncloa, aunque sea por la puerta pequeña de los pactos. El sistema tetrapartito en el que ya se ha transformado España quedará de este modo petrificado en el Congreso de los Diputados para, como mínimo, la siguiente legislatura y probablemente mucho más ya que, a imagen del dinero, el poder llama al poder.

viernes, 30 de octubre de 2015

¿Se ha acabado la crisis?

La economía en España va mejor. Para saberlo no hace falta leer el informe de ningún banco de inversión, ni necesidad de amarrarse a lo que dice el analista de turno del Wall Street Journal. Con salir a la calle basta. Los centros comerciales se han vuelto a llenar de paseantes que, ahora sí, compran algo, el tráfico en las ciudades ha empeorado sustancialmente y hay que hacer cola en las cajas de muchas tiendas porque los dependientes no dan abasto. No nos engañemos, la recuperación era aproximadamente esto, o así la esperábamos. La gente ha vuelto a consumir porque va recuperando sus empleos. Esta vez no se puede hablar de consumo basado en el crédito como en tiempos de la burbuja ya que los bancos siguen tan reacios a prestar como hace un par de años, cuando buceábamos en lo más profundo del abismo. Luego podemos establecer una primera correlación automática. Para que la economía funcione no es necesario abrir a lo loco la espita de los préstamos como se hizo hace quince años.

viernes, 23 de octubre de 2015

Liberal el último

La cercanía de las elecciones generales ha puesto en marcha la máquina de decir tonterías en todos los partidos políticos. Los equipos de campaña, algunos recién formados y otros que no han hecho otra cosa en los dos últimos años, afinan sus propuestas para que, esta vez sí, el país salga de la crisis después de seis años de travesía por el desierto. Eso para todos menos el PP, cuyo principal recurso es que ya hemos dejado la crisis atrás gracias a los buenos oficios de un gabinete del que aseguran no se ha preocupado de otra cosa. Eso no es del todo cierto, como ya se encargó de demostrar ayer Juan Ramón Rallo en estas mismas páginas. Un país con cerca de cinco millones de desempleados es un país en crisis, se pongan como se pongan en Moncloa.

viernes, 16 de octubre de 2015

¿Hubo genocidio en América?

Hace unos 15.000 años (milenio arriba milenio abajo) el estrecho de Bering, un brazo de agua de unos 80 kilómetros de ancho situado en el extremo septentrional de América, quedó, tras el fin de la última glaciación, anegado por las aguas del Pacífico. Este detalle carecería de importancia si no fuese porque en la ribera oriental del recién formado estrecho quedaba aislada una comunidad humana prehistórica, que había ido llegando a pie desde Siberia gracias a que el nivel del mar era unos 120 metros inferior al actual. Estas dos partes de la humanidad, una en el viejo mundo y otra en el nuevo, ajenas ambas a la existencia de la otra, permanecieron separadas durante 16.000 años o, lo que es lo mismo, unas 700 generaciones. Para poner en perspectiva la cifra recuerde que la pirámide de Keops fue levantada hace 4.500 años o que el Imperio Romano alcanzó su máxima extensión territorial hace menos de dos mil años.

La historia de los seres humanos en América comienza con un aislamiento milenario, y eso ayuda bastante a explicar todo lo que sucedió

viernes, 9 de octubre de 2015

Por qué todos temen a Albert Rivera

En política quien da primero no siempre da dos veces, de hecho a veces sucede que precisamente por dar el primero se termina no dando ninguna. Ejemplos sobran, la historia es un cementerio de hombres del momento que iban a serlo todo y se quedaron en nada. Pablo Iglesias, por ejemplo, que hace un año se veía ya zapateando por la Moncloa y hoy firmaría un ministerio de segunda en un Gobierno de coalición después de haber colocado a todos los que no encontraron acomodo en los ayuntamientos después de las municipales.

viernes, 2 de octubre de 2015

Paz sí, pero no a cualquier precio

La noticia del acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC, esa infame banda guerrillera responsable directa de buena parte del atraso y la violencia que asuela al país desde hace medio siglo, ha sido recibida con alborozo en todo el mundo. Parece que basta con poner la palabra “paz” a algo para que obtenga el beneplácito del sanedrín de lo políticamente correcto. Si la “paz” viene, además, acompañada de las bendiciones de Raúl Castro, de Barack Obama y de los santones habituales de las paginas de opinión del New York Times pues mejor que mejor.

¿Debería Colombia, una democracia consolidada, capitular ante esta recua de matarifes? Personalmente creo que no

viernes, 25 de septiembre de 2015

Volkswagen y la charlatanería insostenible

Con un poco de suerte el escándalo de Volkswagen podría ser el canto del cisne para las aberraciones múltiples que se han apoderado de las empresas en las últimas dos décadas. Departamentos, secciones, divisiones enteras con nombres abstrusos como responsabilidad social corporativa, sostenibilidad, impacto ambiental y otras golosinas semánticas se encuentran ahora ante el abismo que ellos mismos se han ido cavando año tras año creyéndose y haciendo creer a los demás que fabricar cosas no tiene externalidades, o las tiene, pero son mínimas y perfectamente asumibles por una clientela que presumen atontada por las modas.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Siria, causas y efectos

No existe la casualidad, existe la causalidad. Esto ya lo decía el Merovingio en la segunda parte de Matrix y es una verdad como un templo. La crisis de los refugiados que actualmente padece Europa es el efecto de una causa previa a la que nadie, o casi, ha prestado atención en el último año. Cierto que los medios de comunicación llevan meses poniendo el grito en el cielo por las matanzas del ISIS, y que algunos políticos –no muchos, la verdad– han pedido con insistencia que se intervenga de una puñetera vez en aquel infierno. Pero no lo es menos que, acomodados como estamos en nuestro sofá, presos de nuestros propios placebos, pensábamos que eso nunca nos iba a afectar personalmente. Error, ya lo tenemos encima.

Europa es una fortaleza de señoritos autosatisfechos, metidos en años, que pasan media vida mirándose el ombligo y la otra media tratando de quedar bien

Europa es una fortaleza de señoritos autosatisfechos, metidos en años, que pasan media vida mirándose el ombligo y la otra media tratando de quedar bien. Así luego pasa lo que pasa. Y esto es aplicable a toda la política exterior europea. Lo de Siria era una tragedia anunciada desde hace, como mínimo, dos años, cuando los guerrilleros del Estado Islámico cruzaron la frontera iraquí y se dispusieron a fundar el califato levantino sobre una pila de cadáveres. Entonces nadie hizo nada porque los que tenían que hacerlo suponían que no eran más que unos descontrolados que se apuntaban entusiastas a la guerra civil siria, iniciada en 2011 con las célebres primaveras árabes que, al menos hasta ahora, han traído más disgustos que otra cosa. Tal vez, y esto es muy posible, no suponían nada de nada habida cuenta del ensimismamiento suicida en el que viven las autoridades europeas.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Cataluña, estación de término

Han pasado algo más de 35 años desde la aprobación del primer estatuto de autonomía de Cataluña, el segundo si contamos el de la República, aunque ese queda un poco lejos y no pesa demasiado en la Cataluña actual. En aquel entonces se pensaba que con esto y algo de buena voluntad bastaría para apaciguar al entonces incipiente nacionalismo catalán que tanta guerra había dado en los años del tardofranquismo. Los políticos catalanes de aquella época, la mayor parte de ellos un hatajo de trincones, vieron en el cuento del nacionalismo un medio muy lucrativo de vida. Si sabían dosificar las reclamaciones habría pastel para todos durante mucho tiempo. Y así fue. La Cataluña de Pujol, el célebre oasis, fue lo más parecido a Jauja que un político pueda imaginar. Nadie cuestionaba nada ya que todo se hacía en nombre de la construcción nacional, empresa colectiva que, como es sabido, justifica cualquier tipo de sacrificio individual por muy disparatado que sea.

Pujol, con todas las pegas que le queramos poner, que son muchas, supo que eso de “fer país” había que tomárselo con calma sin más aspavientos que los estrictamente necesarios y siempre dirigidos al público de casa. La Cataluña de 1978 no era independentista y el hoy vilipendiado abuelo del catalanismo lo sabía a la perfección. Se trataba de ir poco a poco, con paciencia de cartujo, convirtiendo lo que había sido una región española más, con las peculiaridades que todas y cada una de las regiones tienen, en una nación aparte, dizque oprimida que despierta tras una sumisión de siglos al invasor castellano. Es delirante, lo sé, pero precisamente las ideas delirantes son las que más fuerza toman cuando se ha ganado el número suficiente de adeptos para tirar de ellas. Tomó al asalto la educación, toda, desde el parvulario hasta las escuelas de posgrado, y los medios de comunicación. Una estrategia ganadora desde el principio. Con la educación se modela la conciencia a largo plazo, con la televisión, la radio y los periódicos a corto. Es la clásica bicicleta gramsciana que sigue y seguirá funcionando por los siglos de los siglos.

viernes, 4 de septiembre de 2015

¿Y ahora qué, Guatemala?

Centro Cívico (Ciudad de Guatemala)
Guatemala es de ese tipo de lugares en los que, quizá porque viven al margen del mundo, a veces suceden las cosas más insospechadas. Cosas como que de una tacada caigan el presidente, la vicepresidenta, un puñado nada despreciable de ministros, el presidente del Seguro Social, el gobernador del Banco de Guatemala, el director del SAT (la agencia tributaria local) y un sinfín de altos cargos. Todo a causa de la corrupción, lo cual es decir mucho porque en Guatemala la incidencia de la corrupción –la pública y la privada– fue siempre altísima. Los chapines (gentilicio coloquial de los guatemaltecos), de hecho, la descuentan como algo connatural al sistema. Han aprendido a vivir con ella como un mal menor, y acaso necesario, inherente a la república desde su improvisada fundación a mediados del siglo XIX. 

viernes, 28 de agosto de 2015

Trump ladra, los hispanos cabalgan


El circo mediático de este año en Estados Unidos ha incorporado un nuevo e inesperado intérprete. Cabría esperar que, en un país sometido como ningún otro a la servidumbre de la corrección política, ese nuevo actor fuese la enésima reedición de la neumática Kim Kardashian, pero no, se trata de Donald Trump, un político o, mejor dicho, alguien que aspira a serlo. Desde el primer día que se postuló como candidato a las primarias republicanas el millonario neoyorquino supo que o entraba como elefante en una cacharrería o su candidatura iba a pasar desapercibida. Y nunca mejor traída la comparación porque el símbolo del Partido Republicano es precisamente ese, un elefante. A fin de cuentas no es la primera vez que un multimillonario trata de hacer fortuna política en las elecciones federales. En los primeros noventa un tal Ross Perot, un empresario tejano enriquecido gracias a la entonces naciente industria de la electrónica, consiguió resultados históricos. Eso sí, situándose al margen del sistema bipartidista. Perot, tejano como digo y más bien de derechas, fracturó el voto republicano en el 92 y el 96 regalando dos mandatos triunfales al demócrata Bill Clinton.

lunes, 24 de agosto de 2015

Guatemala al natural

Guatemala es aproximadamente esto. La carretera panamericana a la altura de San Lucas Sacatepéquez. Los que en ella habitan desde siempre no perciben los detalles. Los que venimos de fuera sí. La Guatemala del mañana no sé como será, la de hoy es así. Los ocupantes de la camioneta pick up de la fotografía no son pobres, no son marginados, no viven en infraviviendas sin luz ni agua arrulladas por un colector de aguas negras que pasa a pocos metros. No, nada de eso, los de la foto son la clase media de este país. Así viven y así viajan. Esto último no muy lejos porque con el pasaporte guatemalteco apenas se puede entrar en sitio alguno sin visado, un sitio que merezca la pena quiero decir. Pueden ir a Honduras, o a El Salvador, pero lo mismo les da que les da lo mismo. Por eso se embarcan en viajes al borde del abismo como el que cada año hacen miles de ellos a través de México. En cierto modo viven presos. El país mejora, pero lo hace tan lentamente que ninguno de esos tres verá cambios sustanciales a lo largo de su vida. Eso si no lo estropean antes sus políticos y los que no son políticos, que también podría ser.

viernes, 21 de agosto de 2015

¿Y si fuese la impunidad?

El jueves pasado en estas mismas páginas Jorge Galindo nos regalaba una extraordinaria columna sobre el problema de la delincuencia organizada en Centroamérica. Jorge, que es analista finísimo y hombre de mundo, se sorprendía por los niveles de violencia que se padecen en esta parte del mundo. Por esta parte quiero decir la misma Centroamérica, Guatemala para más señas, lugar en el que me encuentro desde hace meses por razones profesionales. A diferencia de los que lo ven desde fuera y tratan en vano de desentrañar las causas tirando del prontuario de lugares comunes del señorito primermundista, Jorge se sumergió en la literatura periodística local, no muy abundante pero suficiente para hacerse una idea aproximada de la magnitud del problema. Con esto demuestra que es un buen sociólogo, de los que no se conforma con el informe de turno de la ONU o las simplezas de la prensa generalista norteamericana, cuyos redactores hablan español a trompicones y bajan a Macondo cargados de prejuicios y complejos de superioridad.

viernes, 14 de agosto de 2015

Turismofobia

Una buena parte de la modernidad entró en España a través del turismo, un turismo de sol, playa y sangría que, ya desde los años cincuenta, fue inundando la costa mediterránea. Entraba por los pasos fronterizos de Cataluña. Llegaban los holandeses, los alemanes, los suecos y los belgas con sus coches y sus caravanas, sus blancuras lechosas, sus pecas y sus bolsillos llenos a rebosar de divisas. Entre el turismo y el plan de estabilización de Ullastres España se emancipó de las miserias de la posguerra. Nos no hizo falta más revolución que la de abrir la puerta de par en par y dejar que el aire fresco entrase hasta el fondo. Los turistas, que siguen entrando por millones cada año, han hecho de nuestro país un lugar mejor, más cosmopolita, más rico y mucho más libre. Sí, mucho más libre, porque esa riada de personas con ganas de pasarlo bien vino acompañada de un aluvión de ideas que, de un modo u otro, terminaron quedándose a vivir entre nosotros.

viernes, 7 de agosto de 2015

Pues al final lo mismo no pueden


Casi la única a derechas que ha dado Rajoy en el último año es la de haber dejado correr el tiempo. Esa es la especialidad de la casa, tampoco vamos a sorprendernos. No es una genialidad, era lo previsible en el personaje. Rajoy es calcado a Franco en este tema. Es de los que clasifican los problemas en dos categorías: una para los problemas irresolubles, sobre los que no actuará bajo ningún concepto –por ejemplo, lo de Cataluña–, y otra para los problemas que el tiempo se encargará de resolver. Franco jugaba con ventaja, andaba sobrado de tiempo, sabía que de ahí no le iban a mover ni con aceite hirviendo y dejaba que el mundo sucediese a su alrededor. Rajoy no dispone de esa prerrogativa. Su mandato son cuatro años, que en términos políticos es quizá una eternidad pero que si lo miramos con ojos de periodista –y no digamos ya, de historiador–, son una minucia, un inaudible suspiro que premia a los audaces y castiga a los que, como él, presumen de paso corto y mirada larga.

viernes, 31 de julio de 2015

Devolver el dinero a la gente


Anda el Partido Popular revuelto con la cercanía de las elecciones. No es que se vean desprovistos de su cómoda mayoría absoluta, es que se ven fuera de la Moncloa. Y ahí hace mucho frío, tanto como para congelar sus esperanzas de volver a mandar en algún momento antes de diez o doce años. De palmar en las urnas, el PP –o lo que quedase de él– tendría que enfrentar una resaca de una envergadura desconocida, cabe incluso la posibilidad de que se lo terminase llevando por delante. La receta rajoyana de vender la recuperación económica y haber evitado el rescate no coló en las municipales, luego es predecible que tampoco lo haga en las generales.

viernes, 24 de julio de 2015

Derecho al déficit, derecho a la idiotez

El principal –y acaso el peor– de los efectos secundarios que ha tenido sobre la política española la irrupción de Podemos es la elevación a categoría de genialidad disparates que en cualquier otro país de Europa, con excepción quizá de Francia, que es de donde vienen todos los absurdos serviles que nos afligen, no pasarían de excentricidades. El léxico político se ha llenado de majaderías que hace solo un lustro nos hubiesen parecido eso mismo, pero que en estos días, después de dos años de adoctrinamiento intensivo impartido por los chicos de La Sexta a mayor gloria de Soraya, al pueblo llano se le antojan talentos insuperables. Algunos se preguntan cómo no se les habían ocurrido antes. No sé, ¿quizá porque eran una memez? Eso, claro, no se lo plantean.

viernes, 17 de julio de 2015

¿Se puede ser más tonto que Tsipras?


El pasado 26 de junio el Gobierno griego dio por rotas de manera unilateral las negociaciones con la Troika, ese término de origen ruso y connotaciones malditas que, por razones desconocidas, todo el mundo prefiere emplear antes que la más descriptiva de “acreedores”, que no otra cosa es la famosa Troika. La ruptura estaba en cierto modo cantada. Desde que la coalición izquierdista Syriza llegó al poder a principios de año su monotema era la renegociación de la deuda pública. Si esto no se conseguía por las buenas vendría el impago por las malas. Lo de declararse en rebeldía esgrimiendo una coartada ideológica para suspender pagos quizá suene muy épico en los mítines, pero el mundo real es cosa bien distinta. Ningún país ha salido bien librado de un impago. Y menos aún de un impago de 350.000 millones de euros cuando, para más INRI, ese país apenas produce nada, casi todo lo tiene que importar y el gasto ordinario de su Gobierno es muy superior a sus ingresos desde hace demasiados años. La deuda es eso mismo, el precipitado final de una consecución de déficits que van sedimentando hasta formar una montaña tóxica e indigerible.

viernes, 10 de julio de 2015

Puerto Rico y el quinto jinete del Apocalipsis

La crisis griega nos ha ocultado otra tragedia de naturaleza similar que está aconteciendo al otro lado del charco, en un país que, por razones históricas y culturales, es muy cercano a España: Puerto Rico. Quizá por su pequeño tamaño, o porque directamente lo percibimos como parte de Estados Unidos, casi nadie se ha hecho eco de su fulminante bancarrota. Lo cierto es que Puerto Rico forma parte de los Estados Unidos pero no del todo. Visto lo visto es poco probable que en un futuro cercano se incorpore como Estado de la Unión. Y esto es solo el principio de un complejo rompecabezas que en la madre patria no hemos llegado a entender muy bien.

viernes, 3 de julio de 2015

Cuanto peor, mejor para Syriza

Decía Lenin que cuanto peor, mejor. Cuanta más angustia se inflija al populacho más indefenso quedará y más rogará por soluciones mágicas e inmediatas, por Gobiernos duros, propaganda y gestos de falsa épica. Llegado un punto, de hecho, ni siquiera pedirá solución alguna, se resignará a todo lo malo que le ha caído en suerte y creerá lo que quiera creer. El socialismo siempre se vale de la pobreza, la necesita para conseguir su fin último de amarrar a la dirección del partido en la cúpula del Estado. Esta lección teórica, que tantas veces se ha puesto en práctica, es la que están padeciendo los griegos desde hace una semana. Su Gobierno los está utilizando como conejillos de Indias para forzar a la Unión Europea a concederles un préstamo de urgencia que les permita seguir gastando durante unos meses más. Luego vuelta a empezar.

La táctica okupa de Tsipras

Los abruptos giros, ataques de ira y explosiones repentinas de inflamada retórica del primer ministro griego Alexis Tsipras, provocan que los acreedores de Grecia desconfíen profundamente de él. Todo encaja, sin embargo, cuando uno entiende que Tsipras no está gestionando el Gobierno griego, sino que lo está ocupando, que actúa como unos manifestantes ocupando un edificio público.

viernes, 26 de junio de 2015

Los unicornios no son rosas (y además no existen)

El culebrón griego promete eternizarse, al menos mientras al Eurogrupo le alcance la paciencia. Tsipras sigue sin querer entender que gobierna un Estado quebrado que sobrevive gracias a la misericordia de los acreedores. Del discurso justiciero y revolucionario de hace seis meses apenas quedan cuatro ecos propagandísticos para consumo interno. La realidad no es que se haya impuesto con el tiempo, es que siempre estuvo ahí aunque los chicos de Syriza –atados de pies y manos a causa de sus promesas imposibles de cumplir– se negasen a verla. Lejos quedan aquellas apelaciones a la soberanía que “los pueblos del sur” habían perdido respecto a los del norte. Ignoraban que solo se es plenamente soberano cuando no se debe nada, y Grecia chapotea en deudas que ni poniéndoselo facilísimo consigue terminar de pagar.

viernes, 19 de junio de 2015

Ya están aquí

Podemos o, mejor dicho, su constelación de franquicias electorales de extrema izquierda ya tienen mando en plaza. Y no en una plaza cualquiera, sino en las tres principales del país y en unas cuantas de segunda categoría. Ahí los tenemos porque, aunque propiamente no han ganado las elecciones, los pactos les han abierto de par en par las puertas de los consistorios. Estaba tan cantado que sorprende tanto desconcierto y tanto pasmo durante esta primera semana de gobiernos podemitas, marcada por los escándalos tuiteros y las dos toneladas de propaganda bicicletera y buenista que preludian cuatro años gloriosos de despropósito y zapaterismo a granel sin anestesia.

jueves, 18 de junio de 2015

Las amenazas suelen cumplirse

Especialmente si el que las hace solo tiene en la cabeza el poder y nada más que el poder. Que no sea porque no estábamos advertidos. 

viernes, 12 de junio de 2015

Ciudadanos o cómo bailar con la más fea


Todos sabíamos que esto iba a suceder. O Podemos y Ciudadanos arrasaban dejando al bipartidismo en la cuneta de la historia –para sustituir a ese mismo bipartidismo, obviamente–, o tendrían que llegar a acuerdos con los partidos del turno. Pasó lo segundo. La moderada alegría con la que riveritas e iglesianos recibieron los resultados en la noche electoral presagiaba el dilema. Unos y otros tenían que elegir entre mantener la pureza o enfangarse en pactos sobre los que habrían de dar infinidad de explicaciones.

viernes, 5 de junio de 2015

Quítate tu para ponerme yo

En los próximos meses vamos a tener la oportunidad de contemplar en primera persona como la célebre ley de hierro de las oligarquías que enunció Robert Michels hace un siglo funciona con endiablada precisión. La nueva minoría dominante sustituirá a la antigua y todo seguirá como hasta ahora, quizá un poco peor si los recién llegados son un hatajo de iluminados. La última vez que vimos algo semejante en España fue hace cuarenta años, cuando Juan Carlos I ascendió al trono reclamando ministros jóvenes. En aquel entonces se procedió por la vía de urgencia a la jubilación anticipada de una generación entera de políticos, periodistas, empresarios, militares de alta graduación y hasta obispos. No hubo vacío de poder, nadie quería dejar vacantes los cargos, la idea era que se quitasen unos para que se pusiesen los otros. El Estado es eso mismo, un apaño privado de minorías que, mediante la violencia o el engaño, primero lo cooptan y luego tratan de mantener su control por cualquier medio que la sociedad esté dispuesta a tolerar, en nuestro caso todos menos el asesinato. La cosa marcha hasta que llegan otros, generalmente aprovechando una crisis, desplazan a los anteriores y vuelta a empezar.

viernes, 29 de mayo de 2015

Hasta nunca Mariano

Acaba de cerrarse el ciclo político más corto de la democracia. Cuatro años exactos ha durado. Ya hay que ser inútil para dilapidar tanto capital en tan poco tiempo y de un modo tan tonto. La hemeroteca está ahí para quien quiera consultarla. En mayo de 2011 el PP era el amo indiscutible del mapa municipal y autonómico. Unos meses después se haría con el Gobierno de la nación poniendo 186 diputados y 160 senadores encima de la mesa. Una mayoría tan aplastante que hasta referir los datos sonroja. En el Senado el siguiente partido tras el PP es el PSOE con cien senadores menos. Desde la primera legislatura de Felipe González no se recordaba algo similar. A Felipe la gasolina le duró cuatro legislaturas y 13 años que a muchos se les hicieron eternos. De no ser porque el morritos tenía la manía de adelantar las elecciones, el felipismo hubiese durado casi veinte años.

martes, 26 de mayo de 2015

Ibais advertidos


No será porque no lo advertí. Ahora habrá que disfrutar de todo lo bueno que nos traen. Lo único que me apena es no estar físicamente en España para disfrutarlo.

lunes, 25 de mayo de 2015

Nueva heráldica

Los símbolos son importantes. Llegado es el momento de que pongamos los del Estadospañol a la altura de las circunstancias históricas.

viernes, 22 de mayo de 2015

Votar, ¿para qué?

Votar está muy sobrevalorado. Hay gente, mucha, que cree que su voto servirá para algo, que contribuirá a hacer que este gane o aquel pierda. Y contribuir contribuye, pero de una manera tan microscópica que no compensa el esfuerzo de acercarse hasta el colegio, mirar la lista, caminar hasta la mesa, hacer la cola correspondiente delante de la urna y ver de cerca el careto de vinagre de los interventores con sus listas, su boli del merchandising de la campaña, sus chapas en el pecho y su boquita lista para amarrarse a la teta del Estado conforme ganen los suyos. Eso siempre que el que recuenta no haya hecho trampa, que, como decía Stalin, lo importante no es quien vota, sino quien cuenta esos votos. En España en esto somos serios, el fraude no está en el escrutinio, sino en todo lo que viene antes, empezando por la ley electoral misma.

viernes, 15 de mayo de 2015

Los tontos de la bici

La bicicleta es un buen deporte y un mejor transporte. Tonifica cuerpo y alma al tiempo que nos lleva de un sitio a otro, siempre, eso sí, que un sitio y el otro no estén muy lejos y el camino sea llano o, mejor aún, cuesta abajo. A mi, de hecho, me encanta montar en bici. Al llegar a Guatemala lo primero que hice fue comprarme una para jugarme el tipo por las avenidas cuajaditas de kamikazes y camionetas desvencijadas de este DF en miniatura. Lo hago por una mezcla de disfrute y tacañería. El primero parece obvio, pocos medios de transporte hay más placenteros que la bicicleta, la moto quizá, pero solo cuando no hay tráfico y vienen curvas. El segundo no lo es menos. La bici no gasta gasolina, no paga impuesto de circulación, ni de matriculación y, además, se ata a cualquier farola, por lo que uno se ahorra el aparcamiento. Puede suceder que te la roben, pero como yo solo las gasto de oferta el roto que me hacen es pequeño.

viernes, 8 de mayo de 2015

En nombre del bipartidismo, muerte al bipartidismo

La industria del descontento es la única realmente boyante en la España de nuestros días. El país oscila entre la resignación, la mala leche reconcentrada y las euforias fingidas de los que viven a costa de quienes gobiernan. La situación no ha cambiado mucho en los últimos cinco o seis años. ¿Se acuerdan de aquella campaña psicotrópica, allá por 2009, que, a instancias de Zapatero, realizaron los principales empresarios? Si, exacto, me refiero a lo de “esto lo arreglamos entre todos”. Seis millones de euros se gastaron en la necedad con tal de dar gusto a Moncloa para que luego su inquilino fuese indulgente en los contratos públicos. Y lo fue. En el oficio de político está todo inventado. A una caricia le sigue otra. En el de periodista también, por eso hubo tanto bobo que se tragó la tontería y anduvo pregonándola a los cuatro vientos apelando a la psicología. Sí, a la psicología. En aquel entonces aún se decía que nuestra crisis era una suerte de estado del espíritu. Tan solo necesitábamos cambiar de humor para que los perros y las longanizas volviesen a poblar nuestras vidas.

domingo, 3 de mayo de 2015

Las negociaciones griegas resumidas


Conversación ficticia que, sin embargo, suena pavorosamente real entre Varoufakis y la Troika. La primera y la última frase son reales. El resto es, como mínimo, verosimil.

viernes, 1 de mayo de 2015

Más impuestos… esto es la guerra

En la Revolución Francesa cundió la consigna de “ningún enemigo a la izquierda”. Todos trataban de caer en gracia a los más radicales y afinaban el verbo para parecer más revolucionarios que nadie. Al final la cosa terminó como terminó. Normal. La revolución montoresa, consistente en sacrificar todo lo sacrificable para mantener lo “público”, está operando de idéntica manera. A pesar de que España es uno de los países en los que más impuestos se pagan del mundo, la moda entre los políticos es anunciar abracadabrantes planes de consolidación fiscal que, esta vez sí, acabarán con el presunto –pero nunca demostrado– fraude fiscal que se extiende por el país como una espesa mancha de aceite. Luego, se entiende, nadaremos en la abundancia y la crisis habrá concluido.
Los impuestos están ahí para pagarlos sí, pero no hacerlo no es motivo para administrar al reo la muerte civil sin juicio ni jurado
Fraude fiscal siempre habrá del mismo modo que, en todo tiempo y lugar, hay delincuentes. Que esté ahí la ley no significa que todos se apresten a cumplirla. En este tema de la fiscalidad, además, no se despachan cuestiones de vida o muerte. Por mucho que se empeñen en repetirlo una y otra vez con el dedo enhiesto señalando a la cámara, no es lo mismo defraudar a Hacienda que estrangular a un niño. Tampoco es lo mismo fumarse el IVA en una factura que asaltar a una viejecita por la calle con una recortada. Es algo obvio, de puro sentido común. Los impuestos están ahí para pagarlos sí, pero no hacerlo –o hacerlo en menor cuantía de lo exigido por la ley– no es motivo para administrar al reo la muerte civil sin juicio ni jurado tal y como se viene haciendo de un tiempo a esta parte.

sábado, 11 de abril de 2015

América frente al espejo

O por qué Alemania no es el Estados Unidos de Europa ni podrá serlo nunca. La preponderancia de la economía estadounidense sobre el resto de economías americanas (incluidas Canadá y Brasil) es apabullante. No sucede lo mismo con la economía alemana, que, al menos en tamaño es menos de la mitad de la suma de las cuatro siguientes. Sin liderazgo económico indiscutible no hay liderazgo político. Así sucedió con todos los imperios del pasado y sigue sucediendo con los del presente. 

jueves, 9 de abril de 2015

The Popenoe House, Antigua’s Best-Kept Secret


Antigua, Guatemala is perhaps the best known colonial city in Central America. It is certainly the most studied and most admired by visitors from all over the world. Still, this little gem embedded in the heart of Guatemala holds secrets known only to its inhabitants. This is the case of “La Casa Popenoe,” a former residence built in the seventeenth century, which is today the best-preserved Spanish colonial house in Antigua. Its many peculiarities start with its name, which does not owe to the Spanish settlers who built it but, rather, to Wilson Popenoe, a US citizen who acquired the house in the early 1930s and made it home to his family.

Casa Popenoe, el secreto mejor guardado de Antigua

La Antigua Guatemala es quizá la ciudad colonial más conocida de Centroamérica, la mejor estudiada y la más admirada por visitantes de todas las latitudes. A pesar de ello esta pequeña joya incrustada en el corazón de Guatemala sigue teniendo secretos que solo conocen los habituales del lugar. Es el caso de la Casa Popenoe, una antigua residencia levantada en el siglo XVII y que hoy puede presumir de ser la casa colonial española mejor conservada de la Antigua. Sus peculiaridades, que son muchas, comienzan con su nombre. No se lo debe a los colonos españoles que la construyeron, sino a un ciudadano norteamericano, Wilson Popenoe, que la adquirió a principios de los años 30 y la convirtió en su hogar y en el de su familia.

sábado, 4 de abril de 2015

Competitividad global hispana

Los hispanos nos somos especialmente competitivos con respecto a los anglos, pero de ahí a decir que todo aquel lugar donde se hable español es un desastre sin paliativos, pues mira, no. La cosa va por barrios... o por países... o, mejor dicho, por sistemas. El bolivariano es el que compite peor de todos. Si lo que se midiese es la habilidad para la propaganda sería otra cosa, pero no, esto mide la competitividad de la economía en sí. Dentro gráfica.

lunes, 16 de marzo de 2015

Asalto a su conciencia

Dicen que el periodismo español está en crisis. No lo creo. Tal vez lo único que esté en crisis sean ciertas empresas periodísticas, que no han sabido ponerse al día y pretenden vivir como vivían antes, es decir, divinamente a costa de dar poco a cambio de mucho sirviendo puntualmente a su amo, que nunca fue ni el lector, ni el oyente, ni el telespectador. El cabreo y frustración de los mandamases de la cosa nos ha hecho creer a todos que nos encontramos de cara al final de los tiempos. En parte es cierto, estamos ante el final de sus tiempos. El periodismo, por lo demás, está mejor que nunca. La modernidad le ha sentado muy bien. Nunca antes habíamos disfrutado de tantos medios peleándose por atraer nuestra atención, de tantos libros nuevos batallando por entrar en nuestro Kindle o de tantas producciones audiovisuales esperando pacientemente en YouTube a que el dueño del cotarro –usted– encuentre un momento y les dedique unos minutos de su preciadísimo tiempo. Algunos periodistas, la mayoría, lo han entendido y le sacan jugo a esta exprimidora infinita. Otros se lamentan con amargura porfiando maldades en lo que queda de sus columnas, ya con olor a naftalina y menos lectores que oyentes tienen los discos de gramola.

viernes, 6 de febrero de 2015

La política es la enfermedad

Con la última encuesta del CIS en la mano los resultados de unas elecciones que se celebrasen mañana serían para echarse a temblar primero, para correr después a la frontera más próxima, salir del país con lo puesto y, una vez a salvo al otro lado de la raya, clamar al cielo como uno de esos curas berlanguianos: “¡estoy hasta los cojones de todos nosotros!”. Eso es exactamente lo que hizo Estanislao Figueras en 1873. Acto seguido, el efímero presidente de la fugacísima Primera República agarró un tren y se fue a Francia. Una vez allí dejó su hartazgo por escrito. El prócer se lamentaba por un país que estaba hecho un cromo, en el que los ánimos andaban “agitados, las pasiones exaltadas, los partidos disueltos, la Administración desordenada, el Ejército perturbado, la guerra civil en gran pujanza y el crédito en gran mengua”. Un lugar no muy distinto a la América ingobernable y presa de la confusión, la ruina y los mil odios intestinos de la que se quejaba amargamente un derrotado Bolívar unas décadas antes.

viernes, 23 de enero de 2015

Insulto, bendito insulto

La libertad de expresión incluye la libertad de ofensa. Ofenderse es algo muy subjetivo. El emperador Calígula, por ejemplo, estaba tan azorado con su prematura alopecia que dictaminó que todo aquel que se atreviese a mirar su pelada coronilla fuese condenado a muerte. A Julio César, en cambio, que le mentasen la calvicie no le molestaba en absoluto. A la vuelta de las Galias sus legionarios cantaban desfilando por Roma una coplilla que decía algo así como "¡romanos, alejad a vuestras mujeres que ha llegado el adúltero calvo!". César disfrutaba con las apelaciones continuas a su varonil calva. Casi cualquier insulto que sus detractores le dirigían iba seguido de calvo. Los antiguos romanos eran grandes insultadores, su inagotable repertorio de palabrotas así lo atestigua. Eso es símbolo de civilización. Los pueblos civilizados se insultan, se ofenden, se cabrean, se vuelven a insultar, se mentan a la madre y se devanan los sesos para encontrar la palabra con la que herir al otro. Insultarse, de hecho, es sinónimo de inteligencia. Los faltones suelen ser individuos listos, los que no saben insultar son por lo general memos dados al lloriqueo. Los pueblos bárbaros se matan, generalmente sin mediar palabra. Si me dan a elegir siempre me quedaré con una sociedad en la que se insulte a calzón quitado.

viernes, 2 de enero de 2015

El futuro era exactamente esto

Hace casi quince años la dirección de la Inteligencia Central de Estados Unidos, dependiente de la Casa Blanca, publicó un informe sobre tendencias globales para el entonces lejano año 2015 (el informe puede leerse aquí). Los expertos estuvieron muy acertados en las predicciones. Preveían, por ejemplo, tensiones migratorias crecientes en la frontera con México, problemas demográficos en Oriente Medio que devendrían en descontento social y extremismo religioso, el surgimiento de China como gigante económico o continuos ciberataques que podrían al mundo entero en jaque. Para otras cosas no atinaron, pero, claro, ¿quién iba a imaginar algo tan inimaginable como el 11-S  tan solo un día antes?