viernes, 30 de octubre de 2015

¿Se ha acabado la crisis?

La economía en España va mejor. Para saberlo no hace falta leer el informe de ningún banco de inversión, ni necesidad de amarrarse a lo que dice el analista de turno del Wall Street Journal. Con salir a la calle basta. Los centros comerciales se han vuelto a llenar de paseantes que, ahora sí, compran algo, el tráfico en las ciudades ha empeorado sustancialmente y hay que hacer cola en las cajas de muchas tiendas porque los dependientes no dan abasto. No nos engañemos, la recuperación era aproximadamente esto, o así la esperábamos. La gente ha vuelto a consumir porque va recuperando sus empleos. Esta vez no se puede hablar de consumo basado en el crédito como en tiempos de la burbuja ya que los bancos siguen tan reacios a prestar como hace un par de años, cuando buceábamos en lo más profundo del abismo. Luego podemos establecer una primera correlación automática. Para que la economía funcione no es necesario abrir a lo loco la espita de los préstamos como se hizo hace quince años.

viernes, 23 de octubre de 2015

Liberal el último

La cercanía de las elecciones generales ha puesto en marcha la máquina de decir tonterías en todos los partidos políticos. Los equipos de campaña, algunos recién formados y otros que no han hecho otra cosa en los dos últimos años, afinan sus propuestas para que, esta vez sí, el país salga de la crisis después de seis años de travesía por el desierto. Eso para todos menos el PP, cuyo principal recurso es que ya hemos dejado la crisis atrás gracias a los buenos oficios de un gabinete del que aseguran no se ha preocupado de otra cosa. Eso no es del todo cierto, como ya se encargó de demostrar ayer Juan Ramón Rallo en estas mismas páginas. Un país con cerca de cinco millones de desempleados es un país en crisis, se pongan como se pongan en Moncloa.

viernes, 16 de octubre de 2015

¿Hubo genocidio en América?

Hace unos 15.000 años (milenio arriba milenio abajo) el estrecho de Bering, un brazo de agua de unos 80 kilómetros de ancho situado en el extremo septentrional de América, quedó, tras el fin de la última glaciación, anegado por las aguas del Pacífico. Este detalle carecería de importancia si no fuese porque en la ribera oriental del recién formado estrecho quedaba aislada una comunidad humana prehistórica, que había ido llegando a pie desde Siberia gracias a que el nivel del mar era unos 120 metros inferior al actual. Estas dos partes de la humanidad, una en el viejo mundo y otra en el nuevo, ajenas ambas a la existencia de la otra, permanecieron separadas durante 16.000 años o, lo que es lo mismo, unas 700 generaciones. Para poner en perspectiva la cifra recuerde que la pirámide de Keops fue levantada hace 4.500 años o que el Imperio Romano alcanzó su máxima extensión territorial hace menos de dos mil años.

La historia de los seres humanos en América comienza con un aislamiento milenario, y eso ayuda bastante a explicar todo lo que sucedió

viernes, 9 de octubre de 2015

Por qué todos temen a Albert Rivera

En política quien da primero no siempre da dos veces, de hecho a veces sucede que precisamente por dar el primero se termina no dando ninguna. Ejemplos sobran, la historia es un cementerio de hombres del momento que iban a serlo todo y se quedaron en nada. Pablo Iglesias, por ejemplo, que hace un año se veía ya zapateando por la Moncloa y hoy firmaría un ministerio de segunda en un Gobierno de coalición después de haber colocado a todos los que no encontraron acomodo en los ayuntamientos después de las municipales.

viernes, 2 de octubre de 2015

Paz sí, pero no a cualquier precio

La noticia del acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC, esa infame banda guerrillera responsable directa de buena parte del atraso y la violencia que asuela al país desde hace medio siglo, ha sido recibida con alborozo en todo el mundo. Parece que basta con poner la palabra “paz” a algo para que obtenga el beneplácito del sanedrín de lo políticamente correcto. Si la “paz” viene, además, acompañada de las bendiciones de Raúl Castro, de Barack Obama y de los santones habituales de las paginas de opinión del New York Times pues mejor que mejor.

¿Debería Colombia, una democracia consolidada, capitular ante esta recua de matarifes? Personalmente creo que no